Malqui Machay habría sido el refugio de los
últimos incas quiteños.
Allí se conserva un sitio que se supone, que
hace más de cinco siglos albergó a los protagonistas de la resistencia indígena
en contra de los conquistadores españoles. El inca Atahualpa y su más fiel
servidor, Rumiñahui, habrían interactuado en ese sitio antes de la derrota. El
lugar se llama Malqui Machay, que en quechua significa ‘sepultura del cuerpo
del progenitor del ayllu’. Y se trata de una edificación cargada de simbolismos
que no llegaría a la categoría de fortaleza ni de templo.
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